Santo Domingo.-La proyectada reforma a la Constitución del presidente Luis Abinader ha concitado respaldo, pero también cuestionamientos, temores y propuestas para que se afinen algunos de los planteamientos.
El mandatario ha definido el 16 de agosto como la fecha que enviará al Congreso Nacional el proyecto de ley que convocaría a la Asamblea Nacional para que se embarque en la reforma, que deberá versar sobre los temas sugeridos, ha dejado saber le jefe del Estado.
El apoyo fundamental es del Partido Revolucionario Moderno (PRM), de las organizaciones aliadas, de entidades jurídicas, empresariales y de abogados.
Mientras que el rechazo viene de los partidos de oposición, especialmente de la Fuerza del Pueblo y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), aunque la organización no ha fijado aún posición, así como de organizaciones minoritarias aliadas al expresidente Leonel Fernández.
El recelo es porque consideran que detrás del manifiesto interés del presidente de la República, podría estar su habilitación para seguir aspirando a la presidencia después de 2032 y de nada han valido para convencer la promesa del mandatario de que sugerirá colocar un transitorio para que lo inhabilite de por vida.
También hay temor de que detrás del interés de colocar los “candados” para frenar intentos de reelección, se busque reducir el porcentaje para ganar las elecciones en primera vuelta a mayoría simple.
En ese ámbito, muy pocos están de acuerdo con la planteada unificación de las elecciones municipales con la congresuales y presidenciales.
Pero la más fuerte divergencia se la ha llevado el tema relativo al “Ministerio Público independiente, la forma para escoger al Procurador General o al Fiscal Nacional y la eliminación de la Constitución, para dejarla en una ley, del Consejo Superior del Ministerio Público, que dirige el brazo persecutor del Estado.
Los fiscales en este tema son los que más han protestado, pero también jueces, legisladores, abogados, políticos, empresarios y religiosos han planteado su rechazo.
Finalmente, la reducción de 53 diputados es, quizás, el otro tema de fricción y aquí los principales opuestos son los mismos congresistas, incluyendo, se ha dejado saber, de los oficialistas y entre ellos el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco.
Sin embargo, el presidente Luis Abinader se muestra decidido a impulsar la reforma a la Carta Magna, con el argumento de dejar esa transformación como legado, aunque faltaría ver si su presentación no genera las anunciadas convulsiones sociales, especialmente la advertidas por Leonel Fernández y su Fuerza del Pueblo.
Las pretensiones del presidente Abinader de reformar la Constitución no son nuevas, desde que asumió el gobierno en 2020 la ha estado promoviendo, pero terminó dejándola de lado en el primer mandato, quizás porque junto al su PRM, estuvieron protestando en 2019 para impedirle a Danilo Medina y sus correligionarios en el PLD realizarla como se planteó.
El gobernante PRM tiene la mayoría congresual necesaria para aprobar la reforma, que no gozaba en el período 2020-2024, por lo que solo toca esperar si como “caña para el ingenio” se llevaría hasta aprobarla o si como ocurrió en 2019, las protestas de Fernández y otros sectores de la sociedad, lograrán pararla.
