Santo Domingo.- La espera por nombramientos en el gobierno, está llevando a la desesperación a dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) a allegados al presidente Luis Abinader y su familia, así como a los dirigentes de las organizaciones políticas minoritarias que fueron unidas al oficialista en las pasadas elecciones.
La llamada “fábrica de rumores” ha estado activa antes y después de la toma de posesión del presidente Abinader, pero también la desesperación de algunos que esperan ser favorecidos con designaciones en la Administración Pública.
Pero la situación cobró un matiz especial, luego que el consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta, hiciera saber el viernes en la tarde que todos los funcionarios no sustituidos podían darse como confirmados en sus cargos.
Aunque el lunes en LA SEMANAL, el presidente quiso apagar el fuego de la desesperación que armó Antoliano Peralta, informando que esta semana serían anunciados nuevos decretos.
En medio de la presión, que se ha dicho tiene el presidente Abinader por los nombramientos, esta tarde se reunirá con la Dirección Ejecutiva del PRM y se ha filtrado que además de la reforma a la Constitución, buscará que la dirigencia del partido pueda ayudarle a quitarle presión sugiriendo nombres y dependencias a donde nombrar.
Los casos más peculiares de los desesperados, está el de Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, presidente del Partido Cívido Renovador (PCR), del cual se difundieron por las redes sociales y algunos medios, audios donde se queja por la tardanza en ser nombrado, así como a sus coboradores.
Los rumores se incrementaron con Guido Gómez Mazara, a quien se da por seguro sería designado presidente del Instituido Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), hasta el punto que fue felicitado por su compañero de partido Ramón Alburquerque en un post en la red social X.
El caso de Gómez Mazara ha sido el más peculiar, porque tuvo que llamar a sus seguidores a que no acudieran al local del Indotel, porque no había salido ningún decreto nombrándole allí, como tampoco en otro lugar.
El mismo Alburquerque, que esperaba un ministerio, ahora está en el limbo y ha dejado saber que está dispuesto a servir donde el presidente Abinader lo decida.
