Economistas consideran que elevar impuestos a algunos productos y eliminar incentivos arrojará resultados opuestos a los se planificó

Santo Domingo RD—Durante un diálogo organizado por el senador del Distrito Nacional, Omar Fernández, varios expertos nacionales e internacionales que analizaron el proyecto de reforma fiscal, consideraron que eliminar extensiones a sectores específicos que, durante décadas han jugado un importante rol, incentivaría la evasión, el contrabando y los ilícitos.

Al analizar los desafíos y oportunidades del proyecto de modernización fiscal, sometido por el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional, economistas dominicanos y extranjeros coinciden en que incrementar impuestos a productos como las bebidas alcohólicas, azucaradas y cigarrillos, así como eliminar incentivos al cine, el teatro, el turismo y la industria textil, arrojaría resultados opuestos a los que se esperan.

En ese sentido, el exdirector de Impuestos Internos, Magín Díaz, llamó al gobierno a hacer un ejercicio de humildad, al sudar de su capacidad para implementar la reforma tal como fue diseñada. Con él coincide Germanía Montas, quien asegura que el Poder Ejecutivo tomó el camino más fácil, sin pensar en las consecuencias.

La también economista y experta en el tema Mercedes Carrasco, considera que no es el momento político ni económico para implementar una reforma fiscal, mucho menos si no se corrige el origen del déficit, enfatizando que en estos últimos cuatro años ha incrementado el gasto público y se han deteriorado los servicios. Mientras Jaime Aristi Escuder, afirma que la evasión fiscal duplica el monto que el gobierno estima recaudar con la reforma.

Mientras que el expresidente Leonel Fernández, quien, aunque no participó en el conversatorio, acudió como invitado especial, propone que se retire del Congreso la pieza, hasta lograr un punto de consenso entre los diferentes sectores de la sociedad.

Otra preocupación de quienes abordaron el proyecto de reforma, es que la misma no establece los mecanismos para atacar la evasión fiscal, que alcanza el 4 por ciento del Producto Interno Bruto.