Entretanto, el control sobre la Cámara de Representantes sigue en el aire.
Los republicanos se han hecho con el control del Senado de EE.UU., al obtener la mayoría de escaños en la cámara alta del Congreso por primera vez en cuatro años. En su nueva composición, el Senado contará con 51 legisladores republicanos frente a 42 demócratas.
De esta forma, el Partido Republicano se impone en un importante centro de poder, lo que le otorga un papel protagonista en la formación del Gabinete del próximo presidente del país, así como en la confirmación del nombramiento de cualquier juez de la Corte Suprema, de haber una vacante.
Entretanto, el control de la Cámara de Representantes sigue en el aire, con más de 100 contiendas aún por definir antes de conocer el resultado final.
Los republicanos se hallan ante la posibilidad de hacerse con el control total del Congreso estadounidense, mientras que para los demócratas la mayoría en la cámara baja supondría un importante freno al poder de los republicanos, que se verían obligados a alcanzar compromisos con sus oponentes políticos.