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Sean “Diddy” Combs, el magnate de la música y empresario, ha lanzado nuevas acusaciones contra los fiscales que lideran su caso federal, y alega que habrían manipulado pruebas clave para justificar su detención preventiva.
En documentos presentados ante la corte, sus abogados afirman que el gobierno utilizó un video “editado y alterado” de un incidente ocurrido en 2016, en el que Combs fue grabado agrediendo físicamente a su exnovia, la cantante Cassie Ventura.
Alexandra Shapiro, una de las principales defensoras legales del productor, calificó el video como una “pieza fundamental de evidencia” para los fiscales, pero denunció que este fue editado para cambiar el orden de los eventos y omitir detalles cruciales. Según Shapiro, el video presentado es una versión “manipulada” del material que previamente publicó CNN.
Para respaldar sus afirmaciones, el equipo de defensa de Combs contrató al analista forense Conor McCourt, quien comparó los clips entregados por el gobierno con otros disponibles. Según el especialista, las diferencias en las grabaciones muestran que la evidencia presentada en la corte “no refleja con precisión los eventos”. Con este resultado, la defensa ha solicitado una nueva audiencia para revisar las condiciones de la fianza y tratar de conseguir que el acusado espere su juicio en libertad.
El video en cuestión muestra a Combs en un episodio de violencia física contra su entonces pareja, Cassie, en el Intercontinental Hotel de Los Ángeles, el 5 de marzo de 2016. La publicación del metraje capturado por una cámara de seguridad surgió en el contexto de una demanda civil de la cantante de R&B.
No obstante, tras la investigación por los cargos de tráfico sexual que enfrenta Combs, el material también llegó a ser analizado por los fiscales.
Ello ha sido refutado por los abogados de Combs, quienes insisten en que las imágenes representan un “conflicto doméstico” dentro de una “relación consensuada y complicada de más de una década”, citó USA Today.
“Es un triste vistazo a una relación tumultuosa, pero no es evidencia de tráfico sexual”, afirmó la defensa del artista.
Actualmente, Combs permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn mientras espera su juicio programado para mayo de 2025, donde enfrentará cargos por tráfico sexual, crimen organizado y transporte para ejercer la prostitución.
En un esfuerzo por asegurar su liberación, sus abogados han ofrecido un nuevo paquete de fianza de USD 50 millones respaldado por propiedades en Florida y un estricto régimen de monitoreo.
Entre las condiciones propuestas por la defensa se incluyen la vigilancia las 24 horas por parte de un equipo de seguridad aprobado por el tribunal, prohibición de acceso a internet y dispositivos móviles fuera de reuniones legales, y una lista de visitantes limitada a familiares cercanos. Además, Combs aceptaría someterse a arresto domiciliario en una de sus propiedades en Miami o Nueva York.
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A pesar de estas propuestas, dos solicitudes de fianza han sido rechazadas hasta ahora, y una tercera será evaluada este viernes.
Por su parte, los fiscales sostienen que el artista representa un “riesgo de fuga” y podría interferir en el proceso judicial.
El caso criminal contra Combs ha sido acompañado por una creciente avalancha de demandas civiles. Hasta la fecha, el abogado Tony Buzbee, quien representa a un grupo de acusadores, ha presentado más de 30 demandas que incluyen acusaciones de violación, agresión y tráfico sexual desde 2001 hasta 2022.
En los últimos días, se sumaron cinco nuevas denuncias de hombres y mujeres que alegan haber sido drogados y agredidos en fiestas organizadas por Combs, incluyendo su famosa “White Party” en 2004. Dos de las mujeres afirman que tenían 17 y 18 años al momento de los incidentes.
En respuesta, los abogados del productor han calificado estas demandas como “maniobras de extorsión” diseñadas para aprovecharse de la atención mediática. “El señor Combs tiene plena confianza en los hechos y en la integridad del proceso judicial”, aseguró su equipo legal a CNN.
