Haití. -La ONG Combinado para la Paz y el Desarrollo confirmó que Monel “Mikano” Félix fue convencido de la responsabilidad de un grupo de practicantes del culto africano. Los cadáveres de decenas de mujeres y hombres de más de 60 años aparecieron mutilados en las calles.
Más de cien personas han sido asesinadas en la capital de Haití, Puerto Príncipe, por orden del jefe de una de las bandas que desde hace varios años controla una parte importante del territorio, en represalia por la muerte de uno de sus hijos, al creer que cayó enfermo fruto de una maldición.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Volker Turk, ha cifrado en 184 las muertes orquestadas “por el líder de una poderosa banda en la zona de Cité Soleil”, una de las zonas más peligrosas y empobrecidas de la capital.
“Estos últimos asesinatos elevan el número de muertos en Haití este año a la asombrosa cifra de 5.000 personas”, ha informado Turk, quien ha reclamado a la comunidad internacional que ponga especial atención a las armas con las que comercializa a fin de evitar violaciones contra la población civil.
El Combinado para la Paz y el Desarrollo (CPD) es una de las ONG que en las últimas horas ha informado del asesinato de un centenar de personas, la mayoría de ellas mujeres y hombres mayores de 60 años y practicantes del vudú, religión con gran arraigo en la parte haitiana de la isla tras la muerte del hijo de Monel Félix.
Félix, conocido como ‘Mikano’, es jefe de Viv Ansanm, una coalición de bandas formada en 2023 por las dos grandes federaciones que aglutinaban al resto de pandillas con el objetivo de derrocar el frágil Gobierno, logrando en marzo de este año la salida del primer ministro, Ariel Henry.
El líder pandillero acudió para pedir ayuda por la enfermedad repentina de uno de sus hijos a un sacerdote vudú, que le aseguró que los ancianos de Wharf Jeremie, un distrito de Cité Soleil, el barrio marginal más conocido de la capital, le habían maldecido, lo que provocó la ira de Félix, cuenta CPD.
De acuerdo con las fuentes con las que ha podido hablar el diario estadounidense The New York Times, los ataques se produjeron entre el viernes y el sábado de la semana pasada y la mayoría de las víctimas eran mujeres y ancianos, cuyos cadáveres aparecieron mutilados y quemados en las calles.
Este nuevo episodio de violencia se produce en medio de un nuevo estado de emergencia y de la presencia de un contingente policial internacional encabezado por Kenia que ha resultado hasta la fecha ineficaz.