
El pasado 28 de abril, la península ibérica experimentó un gran apagón que fue capturado desde el espacio. Tres satélites de la NASA observaron desde sus órbitas polares la interrupción del suministro eléctrico, que en varios lugares se prolongó hasta entrada la madrugada, así como su retorno gradual.
Los satélites de la agencia espacial estadounidense, Suomi-NPP, NOAA-20 y NOAA-21, sobrevolaron seis veces España y Portugal entre el anochecer y el amanecer, registrando una serie de instantáneas que documentan la evolución del apagón.
El hecho de que fuera una noche despejada en casi todo el territorio facilitó la obtención de imágenes, explica en un comunicado la Agencia Espacial Europea (ESA), que ha dado a conocer este lunes las instantáneas.
Estas ilustran la cronología y la cartografía del apagón, desde los primeros cortes al anochecer hasta la recuperación casi completa del suministro.
Aunque el servicio se restableció en la mayor parte del territorio al anochecer, algunas zonas permanecieron a oscuras durante más tiempo. En Andalucía oriental, al sur de España, las provincias de Almería y Granada muestran en las imágenes una pérdida de luminosidad urbana hasta bien entrada la madrugada, señala la ESA.
«Los satélites de observación de la Tierra son fundamentales para responder a eventos y emergencias en nuestro planeta. El pasado 28 de abril, tres satélites en órbitas polares de la NASA captaron imágenes del apagón y de cómo se restableció el suministro en España y Portugal», resume la agencia en su cuenta de X.
Alejandro Sánchez de Miguel, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), explica las imágenes en la nota de la ESA. «Al superponer las pasadas sucesivas de los satélites y aplicar los algoritmos nocturnos de la NASA, podemos identificar grandes manchas verdes que aparecen repentinamente y se desvanecen gradualmente».
Los puntos verdes indican la ausencia de luz, mientras que los blancos muestran áreas con suministro eléctrico estable. Esta distribución es coherente con los informes operativos de las compañías eléctricas y el regreso paulatino a la normalidad, añade el científico, quien está involucrado en varias iniciativas de la ESA que monitorean la contaminación lumínica desde el espacio.
El evento del 28 de abril destaca la importancia de disponer de herramientas de observación espacial para evaluar la resiliencia de infraestructuras críticas, priorizar reparaciones y optimizar la respuesta ante emergencias, señala la ESA.
La mayoría de los europeos vive bajo cielos contaminados por la luz.
La ESA contribuye, por ejemplo, al proyecto Night Watch, una misión multiespectral europea que estudia las emisiones de luz nocturna. «Casos como este apagón ayudan a establecer umbrales para futuros sistemas de monitoreo», concluye la agencia europea.