
Santo Domingo.- Con motivo del Día Internacional de la Familia, celebrado el pasado 15 de mayo, el especialista de UNICEF Carlos Carrera hizo un llamado urgente a las familias dominicanas para que adopten una crianza basada en el respeto, la protección y el afecto, sin recurrir a ningún tipo de violencia contra los niños.
El llamado se produjo tras los resultados de un estudio que reveló que uno de cada cinco niños menores de 14 años en República Dominicana es criado en entornos donde predomina la violencia en el hogar. Según el informe, el maltrato físico y verbal ha ido en aumento en los últimos años, impulsado por los desafíos que enfrentan muchos padres frente a los trastornos conductuales de sus hijos.
“Muchos padres, desesperados, terminan cometiendo actos que en el fondo no desean hacer”, expresó Carrera. Además, advirtió que la violencia durante la crianza tiene un impacto directo en el aumento de la delincuencia juvenil. “Antes había menos delincuentes porque se trabajaba con los niños desde pequeños”.
La posición frente al castigo físico sigue generando división entre los padres. Mientras algunos justifican la "mano dura" como método de corrección, otros rechazan cualquier forma de violencia, considerando que existen alternativas más efectivas y saludables para educar a los niños.
Desde el ámbito de la salud, pediatras han reforzado la importancia de enseñar valores como el respeto, la empatía y la obediencia sin el uso de castigos físicos, sobre todo en edades tempranas, cuando los niños aún están desarrollando su capacidad de comprensión.
UNICEF también destacó que entre el 80 y el 90 % de los niños dominicanos crece en hogares con un solo progenitor, lo que, según Carrera, hace aún más urgente promover la corresponsabilidad parental. Señaló que la ausencia del padre o la madre en la vida de los menores contribuye a una formación cultural débil y a una juventud cada vez más vulnerable.
Carrera enfatizó que los niños necesitan crecer acompañados de ambos padres, dentro de un entorno afectivo y seguro, para evitar que busquen en la calle las figuras de apoyo que no encuentran en casa.