
Santo Domingo, RD.- El exdirector de Migración, José Ricardo Taveras, advirtió que cualquier crisis que afecte la seguridad de los haitianos, que en algún momento los obligue a huir para salvar sus vidas hacia otra dirección, representa una amenaza constante para la República Dominicana.
"Es una amenaza porque, en algún momento determinado, podría detonar un proceso de migración masiva que se salga de control y que República Dominicana tenga que enfrentar mediante procedimientos policiales, dada la magnitud del evento, lo cual crea un problema internacional", expresó Taveras.
Afirmó que mientras dicho riesgo persista, el país estará bajo amenaza y no dejará de ser así a menos que Haití sea reconducido y el mundo comprenda que ese territorio necesita ser puesto bajo un fideicomiso. Enfatizó que los haitianos han demostrado durante décadas que son incapaces de redimirse por sus propios medios.
Durante una entrevista en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, transmitido por Antena 7, el abogado explicó que un territorio que no genera esperanzas en su población, que apenas subsiste y que necesita buscar espacios vitales debido a la escasez de agua, representa una amenaza para su vecino.
El secretario general de la Fuerza Nacional Progresista (FNP) también aseguró que hay problemas muy serios en Haití, ya que cuando un espacio territorial no cuenta con los recursos indispensables para la vida de un ser humano, termina expulsando población. Si a esto se suma una crisis de seguridad como la que les afecta hoy, se convierte en una amenaza permanente.
Por otro lado, el exdirector de Migración recordó que, cuando se aprobó la Ley General de Migración 285-04, se concibió un Plan Nacional de Regularización de Extranjeros para abordar un problema, ya que la administración pública nunca habilitó un libro de nacimiento para extranjeros.
Informó que, cuando se producía un nacimiento, ocurrían dos cosas: se registraba en el registro civil común, lo que daba la impresión de que esas personas eran dominicanas, o no se registraba, especialmente en el caso de ciudadanos haitianos.
Afirmó que el plan fue aprobado y ejecutado de manera general, acogiendo a una gran cantidad de personas, pero fracasó por estar mal concebido.
"No es culpa del Estado dominicano, ya que cumplió con el mandato de su ley, y los extranjeros que no pudieron acogerse a ella lo hicieron por diversas razones. Ahora hay un colapso porque la aplicación del plan fue errática; querían complacer a la comunidad internacional y a los intereses nacionales que pretendían, sin fundamento, otorgar estatus migratorio a los haitianos en República Dominicana", explicó.
Indicó que el país ya cerró ese ciclo, y que ahora debe resistir y entrar en una fase de aplicación de su ley.
Mientras tanto, consideró que los sectores que están transmitiendo la idea de que la ley no permite el uso de mano de obra extranjera deben saber que sí lo permite. Lo que la ley no permite es el caos en el que quieren mantener a la mano de obra haitiana disponible.
"Pueden contratarlos y el Estado proveerá las visas. Quienes contratan mano de obra extranjera deben ayudar a sus trabajadores a obtener los fondos necesarios para adquirir los documentos. Si tienen el interés, deben hacerlo de acuerdo con lo que indica la ley", agregó Taveras.