
Santo Domingo, RD.- "Ningún país es un problema para otro país o región", así reaccionó el presidente del Consejo Presidencial de Haití, Smith Augustin, al pronunciar un discurso en el simposio organizado por la Organización de Estados Americanos para buscar respuestas urgentes a la crisis de seguridad y la violencia que padece el pueblo haitiano.
De esta manera, el funcionario haitiano enfrenta la narrativa que sostiene que Haití representa una amenaza para la región debido al deterioro de su situación institucional, democrática, social y económica.
Indicó que Haití es víctima del tráfico de armas, el cual es operado principalmente desde Estados Unidos y transita por República Dominicana.
“Haití no produce armas ni municiones, pero cientos de miles de armas de fuego circulan libremente en nuestro territorio”, indicó.
Admitió que el manejo de las armas es lo que alimenta el crimen y la corrupción en su país, además de socavar los intentos de restablecer la ley y el orden.
Agustín tiene un criterio muy diferente sobre la narrativa del peligro que representa Haití para la región, ya que afirma que su país se ve afectado negativamente por los problemas no resueltos en otras naciones.
Y así lo explica: "Los países más débiles son los que más sufren".
Agregó que “en realidad, Haití no es en absoluto el lugar donde residen las principales fuerzas de apoyo ni el origen de los grandes problemas relacionados con el crimen organizado transnacional, como el tráfico ilícito de armas, municiones, drogas y seres humanos”.
"Solo hay que estudiar las devastadoras consecuencias de todo tipo de tráfico ilícito en los países del Caribe para darse cuenta de ello", insistió en su defensa.
Solicitó la cooperación necesaria para combatir el tráfico de armas y otros problemas que existen en Haití.