
El balance de policías muertos por disparos durante una nueva protesta encabezada por seguidores del expresidente Evo Morales en el municipio de Llallagua, en el suroeste del país, ha ascendido a tres, según ha denunciado el mandatario de Bolivia, Luis Arce, que ha condenado firmemente estos incidentes violentos.
"La pasada jornada tres efectivos policiales, el subteniente Carlos Enrique Apata Tola, el subteniente Brayan Jorge Barrozo Rodríguez y el sargento segundo Jesús Alberto Mamani Morales, han sido asesinados por bloqueadores evistas que portaban armas de fuego y dinamita en la ciudad de Llallagua", ha dicho a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social X.
Arce, que ha trasladado sus condolencias a los familiares de los policías "asesinados en el cumplimiento de sus funciones, desbloqueando caminos para devolver la libre circulación al pueblo boliviano", ha condenado "enérgicamente" estos hechos de violencia y "el uso ilegal de armas letales por parte de los bloqueadores evistas".
"Hemos instruido una profunda investigación y no descansaremos hasta encontrar a los responsables de estos hechos para que rindan cuentas ante la justicia", ha señalado. "No vamos a retroceder en nuestra decisión de restablecer el orden y de garantizar las elecciones del 17 de agosto. Le pedimos a nuestro pueblo acompañar estas decisiones para defender la democracia. ¡No habrá impunidad!", ha zanjado.
Horas antes, el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, había condenado "todos los actos de violencia que promueven los sectores afines al señor Evo Morales". "Nuestro compromiso es defender el orden constitucional y el orden democrático", afirmó en rueda de prensa tras los incidentes en Llallagua.