
Santo Domingo.-La reaparición de Gonzalo Castillo en la política ha abierto una caja de interrogantes y especulaciones en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que podrían llevar a la organización a una nueva fuga de dirigentes.
Solo fue con un mensaje de unidad a través de las redes sociales y ya se habla de que forma parte de una nueva estrategia de Danilo Medina, para que encabece la boleta de la organización morada para las elecciones del 2028.
Las especulaciones, que corren en las redes sociales, es de que ahora con Gonzalo se buscaría impedir que Francisco Javier García o Abel Martínez logren ser el candidato.
Las especulaciones toman mayor fuerza luego del aplazamiento de la reunión del Comité Político de este jueves para el lunes 21para conocer justamente la sentencia del Tribunal Superior Electoral (JCE) prohibiendo el proceso interno para escoger por adelantado su candidato presidencial.
Se recuerda que en el proceso interno de 2019 Gonzalo Castillo se impuso a Leonel Fernández, quien luego denunciar irregularidades se marchó del PLD con una buena parte de los dirigentes que lo seguían.
Luego de una profusa campaña, en la cual el entonces presidente Medina estuvo involucrado a fondo, Castillo relegó al partido morado al segundo lugar, pero con 37.46% a pesar de la división.
Pero en 2024, después de escoger a Abel Martínez en un proceso adelantado supuestamente con el apoyo de Medina, el PLD sufrió nuevas renuncias de dirigentes y quedó relegado a un tercer lugar con el 10.78%.
A Danilo Medina se le atribuye maniobrar en los procesos internos para también evitar que el fenecido Reinaldo Pared Pérez, Carlos Amarante Baret, Margarita Cedeño y otros aspirantes fueran candidatos presidenciales del PLD.
Contra Francisvo Javier García, el primero en lanzar sus aspiraciones presidenciales para el 2028, se comenta que Medina no lo respalda y que en una “jugada maestra” volvió a estimular a su arfil Gonzalo Castillo, con el cual espera que el PLD aumente su caudal de votos y pueda así quedar en una posición ventajosa para negociar en una eventual segunda vuelta.