Persistente desigualdad laboral de género frena el desarrollo en América Latina, según CEPAL y Foro Económico Mundial

Santo Domingo-América Latina continúa enfrentando altos niveles de desigualdad y desempleo, pero estos problemas no impactan de manera uniforme a toda la población. Uno de los aspectos más críticos es la persistente brecha de género en el mercado laboral, que limita tanto el desarrollo económico como el social de la región.

De acuerdo con datos recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2023 la tasa de desempleo femenino alcanzó el 7,4%, superando por más de dos puntos porcentuales al desempleo masculino, que se situó en 5,3%. Esta diferencia refleja una desigualdad estructural en el acceso de las mujeres a empleos formales y estables.

La desigualdad va más allá del desempleo. Muchas mujeres en la región trabajan en condiciones precarias, especialmente en el sector informal, con bajos salarios y sin acceso a protección social. Los trabajos de cuidado —con predominancia femenina— suelen estar marcados por contratos de medio tiempo y escasa remuneración, lo que refuerza la precarización laboral.

El más reciente informe del Foro Económico Mundial posicionó a América Latina como la tercera región con el peor desempeño en el indicador de igualdad económica y de oportunidades del Índice de Brecha de Género. No obstante, también resalta que ha sido la región que más ha avanzado globalmente en la reducción de esta brecha desde 2006, lo que evidencia un progreso sostenido.

A pesar de estos avances, los desafíos siguen siendo significativos. Expertos coinciden en que cerrar verdaderamente la brecha de género en el ámbito laboral requerirá políticas públicas integrales que garanticen igualdad de oportunidades, fomenten el acceso al empleo formal y promuevan una redistribución justa de las tareas de cuidado.