los gigantes reaccionaro en la ultima entradaPor Mayté Féliz
La República Dominicana, con su diversidad ecológica, sus playas mundialmente reconocidas y sus sistemas montañosos únicos en el Caribe, debería estar a la vanguardia de la conservación ambiental. Sin embargo, la realidad es que el país enfrenta serios desafíos en materia de medio ambiente que amenazan tanto la biodiversidad como la calidad de vida de sus ciudadanos.
Uno de los problemas más visibles es la deforestación indiscriminada. A pesar de contar con leyes ambientales, muchos bosques son arrasados para actividades agrícolas, ganaderas o desarrollos urbanos, sin una verdadera planificación sostenible. Esto no solo afecta la fauna y flora local, sino que también incide en fenómenos como la sequía, la erosión de los suelos y el aumento de las temperaturas.
Otro problema grave es la gestión inadecuada de los residuos sólidos, especialmente en zonas urbanas como Santo Domingo y Santiago. Los vertederos a cielo abierto, como el de Duquesa (que ha estado en el centro de múltiples crisis ambientales), son focos de contaminación del aire, el suelo y las aguas subterráneas. A esto se suma la alarmante cantidad de plásticos que terminan en ríos y playas, afectando ecosistemas marinos y la salud pública.
La contaminación del agua y del aire también ha ido en aumento. Ríos emblemáticos como el Ozama y el Isabela están prácticamente muertos en ciertos tramos, convertidos en canales de desechos. En cuanto al aire, el crecimiento del parque vehicular sin control, sumado a la escasa regulación de industrias, ha contribuido al deterioro de la calidad del aire en ciudades importantes.
Pero no se puedes quedar atrás la talas de más de 300 árboles del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, tan bien que quieren reducir aproximadamente 11,000 metros cuadrados del Jardín Botánico Nacional de Santo Domingo para ampliar la avenida República de Colombia, esta denuncia llegó hace unos días a a la redacción del periódico 7días.com.
En años recientes, se ha trabajado en la creación de áreas protegidas y se ha buscado fortalecer la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales. Sin embargo, la aplicación de esta ley sigue siendo deficiente, en parte por falta de recursos, pero también por la corrupción, la presión de intereses económicos y la falta de voluntad política sostenida.
El desafío ambiental de la República Dominicana es ahora un tema de política y de intereses . Es urgente cambiar la percepción de que el medio ambiente es un lujo o una preocupación secundaria. Es, por el contrario, un tema de supervivencia.