
Santo Domingo, RD.- El exvicepresidente de la República y miembro de la Dirección Política de Fuerza del Pueblo, Rafael Alburquerque, abogó por retomar el diálogo tripartito para la reforma del Código de Trabajo y alertó sobre los desafíos que la inteligencia artificial (IA) representa para el futuro del empleo.
En una entrevista concedida al programa "Propuesta de la Noche", transmitido por Teleimpacto y conducido por los periodistas Manuel Jiménez y Carlos Arturo Guisarre, Alburquerque lamentó que el Congreso Nacional no hubiera logrado aprobar la reforma después de más de dos años de negociaciones entre empresarios, centrales sindicales y el Gobierno.
El jurista explicó que, aunque no se logró consenso en todos los puntos, sí se alcanzaron acuerdos importantes que no deberían ser bloqueados por las diferencias relacionadas con la cesantía.
"Si existió ese acuerdo, respetémoslo y convoquemos a un nuevo diálogo. La vía del diálogo no está cerrada", sostuvo, recordando que la concertación social está consagrada en la Constitución desde 2010.
Alburquerque recordó que, durante su gestión como secretario de Estado de Trabajo, creó el Consejo Consultivo del Trabajo, inspirado en la Organización Internacional del Trabajo, como un mecanismo permanente de concertación. Propuso que el Ministerio de Trabajo reactive ese espacio para replantear los temas pendientes, incluida la cesantía.
Alternativas al desempleo.
El exvicepresidente propuso alternativas para reemplazar el régimen actual de cesantía, como la creación de un fondo de garantía de prestaciones laborales con cuentas individuales para cada trabajador, financiadas mensualmente por el empleador.
Sin embargo, reconoció que este esquema podría resultar oneroso para las micro y pequeñas empresas. También advirtió que el seguro de desempleo, contemplado en la ley de seguridad social pero nunca implementado, podría ser más costoso que la cesantía debido a la alta rotación laboral en el país.
En relación con la propuesta empresarial de limitar la cesantía a siete años de servicio y establecer un tope de diez salarios mínimos, Alburquerque señaló que los sindicatos estaban dispuestos a discutirla, pero a cambio de beneficios como la reducción de la jornada laboral de 44 a 40 horas semanales, una iniciativa que fue rechazada por los empleadores.
Una reforma favorable para el empleador.
El dirigente político criticó que la reforma planteada favorece principalmente al sector empleador, flexibilizando procedimientos judiciales y permitiendo jornadas laborales de hasta 12 horas, lo que, en la práctica, implicaría que un trabajador pase 14 o 15 horas fuera de casa. Señaló que estas medidas fueron aceptadas por temor a perder la cesantía.
Asimismo, cuestionó la creación de una figura de conciliación previa al tribunal laboral, que, según afirmó, otorgaría ventajas al empleador al validar parcialmente ofertas de pago insuficientes.
Retos de la inteligencia artificial:
La inteligencia artificial presenta varios desafíos que deben ser abordados para garantizar su desarrollo ético y responsable. Entre estos retos se encuentran la necesidad de establecer regulaciones claras, la protección de la privacidad de los usuarios, y la mitigación de sesgos en los algoritmos. Además, es crucial fomentar la transparencia en los procesos de toma de decisiones automatizados y asegurar que la inteligencia artificial beneficie a toda la sociedad, evitando desigualdades y exclusiones.
Más allá del debate sobre el Código de Trabajo, Alburquerque advirtió sobre la necesidad de actualizar las normas laborales frente a la revolución tecnológica y la automatización.
"La legislación laboral surgió como respuesta a los abusos de la Revolución Industrial. Ahora estamos en una sociedad posindustrial, en la era digital, y las reglas deben ser diferentes", afirmó.
Indicó que la contratación de trabajadores ya comienza a depender de algoritmos que podrían discriminar sin supervisión, y que nuevas formas de empleo, como el trabajo en plataformas digitales, requieren regulación. También mencionó el derecho a la desconexión y la protección de la privacidad de quienes trabajan desde sus hogares.