
Elmendorf, Alaska. – El Kremlin confirmó este viernes la conclusión de la etapa privada del encuentro entre las delegaciones de Estados Unidos y Rusia, encabezadas por los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin, en el marco de la histórica cumbre celebrada en Alaska.
La sesión cerrada, en formato tres contra tres, se llevó a cabo en la base aérea de Elmendorf, símbolo de la defensa estratégica estadounidense durante la Guerra Fría, y contó con la participación de los asesores clave de ambos mandatarios: Steve Witkoff y Marco Rubio por parte de EE. UU., y Sergei Lavrov y Yuri Ushakov por Rusia.
La cumbre —la primera ocasión en que Putin pisa suelo occidental desde que ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022— se produce en un contexto de fuerte tensión internacional.
En los días previos al encuentro, las fuerzas rusas habían logrado ganar terreno militarmente, reavivando la urgencia de una salida diplomática al conflicto.
Trump, quien aceptó la reunión a sugerencia de Putin, había advertido desde la víspera que la cita podría terminar abruptamente si no veía voluntad real de acuerdo.
“Si es una mala reunión, terminará muy rápido; si es buena, vamos a conseguir la paz en un futuro muy cercano”, expresó el mandatario desde la Casa Blanca, antes de volar a Alaska. Según sus propias palabras, existía “una de cuatro” posibilidades de fracaso.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no fue invitado a esta cumbre, y ha rechazado categóricamente cualquier presión para ceder territorios ocupados.
Trump, sin embargo, aseguró que cualquier acuerdo definitivo requerirá una futura reunión tripartita con Zelenski, en la que se definirían —según sus palabras— “las zonas en disputa”, una propuesta que ha generado fuerte resistencia en Kiev y preocupación en varias capitales europeas.
Esta fue la primera reunión cara a cara entre Trump y Putin desde 2019, y se dio en un momento donde ambos líderes buscan beneficios muy distintos: Trump quiere presentarse como arquitecto de un posible alto el fuego, mientras Putin procura reducir el impacto de las sanciones occidentales y ganar legitimidad internacional, en medio de un conflicto que ha dejado decenas de miles de muertos y una creciente fatiga diplomática.
Hasta el cierre de esta edición, no se habían divulgado detalles oficiales sobre acuerdos concretos o próximos pasos tras el encuentro. Se espera una declaración conjunta o rueda de prensa en las próximas horas.