Abinader cumple un año de su segundo mandato entre avances institucionales, tensiones migratorias y una economía en desaceleración

Santo Domingo. – El presidente Luis Abinader llega este sábado a su primer año de gestión en su segundo y último mandato con un balance mixto: logros visibles en el fortalecimiento institucional, duras medidas migratorias frente a Haití y una economía que ha perdido fuerza, mientras permanecen pendientes reformas clave como la de la Seguridad Social y el Código de Trabajo.

En el terreno institucional, Abinader impulsó una reforma constitucional que busca evitar la “eternización” en el poder y aprobó la creación de un Ministerio de Justicia para respaldar la independencia del Ministerio Público.

Estos cambios, junto con leyes orientadas a la transparencia y el control del fraude, son considerados avances importantes por sectores de la sociedad civil.

Sin embargo, la aprobación del nuevo Código Penal ha generado críticas por mantener la penalización del aborto y contener disposiciones que, según organizaciones, atentan contra la libertad de prensa y los derechos de las mujeres.

El mandatario también mantiene el compromiso de transformar la Policía Nacional, aunque los avances han sido más lentos de lo prometido.

En materia migratoria, Abinader ha endurecido las políticas hacia Haití, ordenando desde octubre pasado un proceso de deportaciones masivas que ha repatriado a más de 291.000 haitianos indocumentados.

Al mismo tiempo, ha reforzado la frontera con más de 11.000 soldados y la construcción de un muro de 164 kilómetros.

Estas medidas le han valido fuertes críticas de Amnistía Internacional, que acusa al Gobierno de aplicar políticas “racistas y discriminatorias”.

En el plano económico, República Dominicana enfrenta un escenario más complejo.

Tras años de crecimiento sostenido, el PIB apenas aumentó un 2,4 % en el primer semestre de 2025, lejos de la meta oficial del 4,5 % o 5 %. El déficit fiscal se disparó y la inversión en infraestructura se ha visto afectada, mientras un intento de reforma fiscal fue retirado por el rechazo social.

Pese a ello, Abinader sostiene que los niveles de pobreza extrema están en mínimos históricos y mantiene proyectos emblemáticos como la ampliación del Metro de Santo Domingo.

Las grandes reformas sociales siguen pendientes. La modernización de la Seguridad Social y del Código de Trabajo volverán a discutirse en la nueva legislatura, con la promesa oficial de que, al menos el Código, se aprobará en octubre.

En su segundo mandato, Abinader transita entre luces y sombras: avances democráticos reconocidos, un manejo migratorio cada vez más cuestionado y una economía que exige medidas firmes para retomar el dinamismo que caracterizó a la República Dominicana en los últimos años.