
La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), respaldada por las Naciones Unidas, ha declarado oficialmente este viernes la hambruna en la gobernación de Gaza, ubicada en la zona central y norte de la Franja.
La Comisión de Revisión de la Hambruna ha señalado en un informe que se cumplen los parámetros establecidos y que el territorio se encuentra en la fase 5 de la clasificación, la cual refleja la falta extrema de acceso a alimentos y agua, el desplazamiento a gran escala y una alta tasa de mortalidad.
El texto advierte que se trata de una hambruna "creada por el hombre" y que, como tal, "puede ser revertida". "No debe quedar duda alguna de que es necesario tomar medidas inmediatas a gran escala. Cualquier retraso en la entrega de ayuda solo provocará un incremento inaceptable de la mortalidad por causas relacionadas con la hambruna", ha señalado.
La ONU ha alertado de que estos mismos baremos podrían superarse en las próximas semanas en zonas del enclave palestino, como Deir al Balá y Jan Yunis, según el documento, que señala niveles "catastróficos" de inseguridad alimentaria a medida que avanza la ofensiva israelí, la cual ha dejado casi 62.200 muertos en menos de dos años.
"Si no se implementa un alto el fuego para que la ayuda llegue a todos los afectados en la Franja de Gaza y no se entrega asistencia y alimentos de forma inmediata, las muertes aumentarán", ha advertido la ONU.
Según los datos de la ONU, se estima que más del 20 por ciento de los hogares en Gaza no tienen acceso a alimentos, y se muestra que más del 30 por ciento de los niños menores de cinco años presenta desnutrición aguda.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha recordado que la población palestina está atravesando un "infierno" en Gaza y ha subrayado que esto representa un "fracaso para toda la humanidad". "La hambruna no es solo una cuestión de falta de alimentos, sino un colapso deliberado de los sistemas necesarios para la supervivencia humana", ha lamentado.