
Santo Domingo. – El anuncio realizado este jueves por el presidente Luis Abinader sobre la construcción del monorriel de Santo Domingo reaviva un debate que inició hace cuatro años, cuando el propio mandatario mencionó por primera vez la obra en su discurso del 18 de agosto de 2021.
En ese momento, el ingeniero Bernardo Castellanos publicó un análisis en el que cuestionaba la falta de información clave sobre el proyecto: ¿Cuál sería su costo real? ¿Cómo se financiaría? ¿Existía algún estudio de factibilidad o diseño conceptual? Nada de eso fue aclarado entonces, y parte de esas preguntas siguen sin respuesta hoy, a pesar de que ya se ha confirmado que la construcción estará a cargo del Fideicomiso para el Desarrollo del Sistema de Transporte Masivo (FITRAM) y contará con financiamiento mayoritario del Gobierno francés.
En su artículo de 2021, Castellanos comparaba el proyecto dominicano con la Línea 3 del Metro de Panamá, un monorriel de 25 kilómetros adjudicado a consorcios internacionales por un valor de US$2,844 millones. En contraste, estimó que un monorriel de 40 kilómetros en Santo Domingo, desde Herrera hasta el Aeropuerto de Las Américas, costaría unos US$4,500 millones, sin incluir expropiaciones ni derechos de vía. Esto representa una inversión equivalente a 1.5 veces el costo total de la planta Punta Catalina.
El ingeniero también advertía sobre los riesgos financieros de construir una obra de tal magnitud sin conocer el flujo real de pasajeros y sin un modelo que garantice la autosostenibilidad operativa, recordando que actualmente el Metro de Santo Domingo opera con un subsidio anual superior a los RD$2,000 millones, monto que podría subir con la expansión de las líneas.
Además, planteaba una pregunta crucial: si el proyecto se desarrolla bajo una alianza público-privada, ¿debería el Estado garantizar el retorno de la inversión a los privados a través de mecanismos como el llamado “peaje sombra”? Un modelo que, según señala, ya resultó muy costoso para el país en el caso de la Autopista del Nordeste.
Hoy, en 2025, el Gobierno reitera que el monorriel de Santo Domingo se construirá en tres etapas, con una fase inicial de 10.5 kilómetros desde la Charles de Gaulle hasta el Centro Olímpico, y una demanda estimada de 306,000 pasajeros diarios. Sin embargo, no se ha publicado todavía un estudio de factibilidad completo, ni el modelo financiero que sustente la viabilidad del proyecto sin subsidios a largo plazo.
En un país con limitaciones fiscales y un historial de endeudamiento público creciente, expertos y ciudadanos coinciden en que se requiere transparencia absoluta, incluyendo la publicación de todos los estudios técnicos, económicos y financieros, así como los términos del posible contrato, para evitar repetir experiencias perjudiciales como las del pasado.