
El presidente Donald Trump está evaluando activamente opciones para realizar ataques militares contra instalaciones de cocaína y rutas de narcotráfico ubicadas dentro de Venezuela, según confirmaron tres funcionarios estadounidenses a CNN.
Si bien el enfoque al más alto nivel está puesto en objetivos de narcotráfico dentro de Venezuela, el presidente Trump no descartó una vía diplomática para frenar el flujo de drogas. Dos funcionarios señalaron que el gobierno está dispuesto a encontrar una solución no militar, a pesar de que las conversaciones activas con Nicolás Maduro y altos funcionarios venezolanos se interrumpieron a principios de mes.
Algunos funcionarios de la administración ven la campaña antidrogas como un posible catalizador para un cambio de gobierno en Venezuela. Su estrategia se enfocaría en presionar a los allegados de Maduro que se beneficiaron de los ingresos ilícitos del narcotráfico, forzándolos a considerar la remoción del líder venezolano.
La administración de Trump vincula a Maduro con el narcotráfico, a pesar de que la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) no identifica a Venezuela como un país productor principal de cocaína.
El secretario de Estado, Marco Rubio, reforzó la narrativa oficial, señalando que Maduro está "acusado en Estados Unidos" por cargos federales de narcoterrorismo y es "un fugitivo de la justicia estadounidense".