
Las provincias del oriente cubano comenzaron este sábado amplios preparativos ante la amenaza del huracán Melissa, que avanza por el mar Caribe como categoría 1 en la escala Saffir-Simpson y podría impactar la isla a mediados de la próxima semana.
De acuerdo con medios oficiales, en Santiago de Cuba, Granma, Las Tunas, Guantánamo y Holguín se desarrollan labores preventivas y de coordinación ante la posibilidad de que el fenómeno toque tierra el próximo miércoles.
“Evitar la pérdida de vidas humanas es la mayor prioridad”, aseguró el presidente del Consejo de Defensa de Las Tunas, Osbel Lorenzo Rodríguez, al destacar la importancia de la preparación comunitaria.
Las autoridades advirtieron sobre lluvias intensas, vientos sostenidos y marejadas ciclónicas que podrían provocar inundaciones, deslaves y daños severos en infraestructuras y viviendas. En respuesta, la Defensa Civil activó desde el viernes la fase informativa, con el fin de alertar a la población y coordinar acciones de emergencia.
En la provincia de Granma, el jefe de la Defensa Civil, Eber Fonseca Linares, alertó sobre el riesgo de colapso de algunos embalses debido al exceso de agua. Paralelamente, se han habilitado refugios, preparado planes de evacuación, garantizado suministros médicos y reservas alimentarias, y movilizado equipos de rescate.
Los meteorólogos cubanos han reiterado que la actual temporada ciclónica —vigente del 1 de junio al 30 de noviembre— será “muy activa”, con la posible formación de ocho huracanes. Estiman un 75 % de probabilidades de que uno se desarrolle e intensifique en el Caribe y un 50 % de que otro procedente del Atlántico afecte directamente a Cuba.
Durante la temporada pasada, la isla fue golpeada por los huracanes Óscar y Rafael, este último de categoría 3, que dejó graves daños en el occidente cubano y provocó el colapso total del sistema eléctrico nacional.