
El huracán Melissa, una tormenta catastrófica de categoría 5 con vientos de 297 km/h (185 mph), tocó tierra el 28 de octubre en New Hope, Jamaica, dejando un rastro de destrucción y provocando evacuaciones masivas en hospitales e inundaciones en República Dominicana, Haití, Jamaica, Cuba y las Islas Turcas y Caicos, donde se han reportado víctimas mortales.
En respuesta inmediata, el presidente Donald Trump autorizó al Departamento de Estado de Estados Unidos a movilizar ayuda para las comunidades afectadas. En cuestión de horas, el secretario Marco Rubio desplegó un equipo regional de búsqueda y rescate urbano y coordinación humanitaria. Las operaciones incluyen colaboración con agencias de la ONU, organizaciones no gubernamentales y gobiernos locales para distribuir alimentos, agua, suministros médicos, paquetes de higiene, refugios temporales y apoyo en búsqueda y rescate.
El gobierno de Jamaica ha habilitado la plataforma supportjamaica.gov.jm
para canalizar la ayuda y coordinar esfuerzos de recuperación. Las autoridades recomiendan donaciones en efectivo a organizaciones de asistencia acreditadas, ya que permiten comprar suministros de manera local y eficiente, evitando sobrecargas logísticas.
Se advierte al público sobre estafas post-desastre, incluyendo organizaciones benéficas falsas, campañas de financiamiento colectivo fraudulentas y contenido manipulado por inteligencia artificial. Las donaciones deben hacerse únicamente a entidades confiables y verificadas.
Para los ciudadanos estadounidenses afectados, las embajadas y consulados en la región están disponibles para asistencia de emergencia. Se puede contactar al Departamento de Estado al 1-888-407-4747 o al +1 202-501-4444 desde el extranjero, o a través de los correos electrónicos consulares correspondientes a cada país afectado.
Las oportunidades de voluntariado en el extranjero para personas sin capacitación específica son muy limitadas; sin embargo, la recaudación de fondos y la promoción de ayuda profesional siguen siendo fundamentales para salvar vidas y reducir el sufrimiento en las zonas afectadas.