
WASHINGTON, Estados Unidos.- El acuerdo aprobado por el Senado para la reapertura del Gobierno está pendiente de la discusión y aprobación de la Cámara de Representantes, que está bajo el control del Partido Republicano.
Sin embargo, los senadores tienen un plazo de 30 horas para concretar lo pactado y aprobarlo con el apoyo de 60 legisladores y el rechazo de otros 40, para el posterior envío del proyecto a la Cámara de Representantes.
El acuerdo, que fue aprobado la noche de este domingo, permitirá financiar el programa de asistencia alimentaria para 42 millones de estadounidenses (uno de cada ocho), el cual actualmente está suspendido.
Los senadores buscan revertir el despido de miles de empleados federales ocurrido el mes pasado y someter a votación la extensión de la ayuda para la atención médica, la cual vence a fin de año.
Se pretende "proteger a los funcionarios federales contra los despidos injustificados, reincorporar a aquellos que fueron despedidos erróneamente durante el 'shutdown' y garantizar que los funcionarios federales reciban su salario retroactivo", afirmó el senador demócrata Tim Kaine en un comunicado.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, fue uno de los legisladores que votaron en contra de lo pactado, al considerar que la extensión de las ayudas de salud no debería ser objeto de una votación, sino que debería ser una adopción directa.
"Los republicanos han pasado los últimos 10 meses desmantelando el sistema de salud, aumentando los costos y haciendo cada día más difícil la situación para las familias estadounidenses", dijo.
Hasta el momento, en Estados Unidos se han cancelado más de 3,000 vuelos en los 40 aeropuertos más importantes debido al cierre del gobierno por la obstrucción parlamentaria.
Este domingo se produjeron retrasos en más de 10,000 vuelos desde que el viernes la Administración Federal de Aviación (FAA) solicitó a las aerolíneas reducir gradualmente sus operaciones para aliviar la presión sobre los controladores de tráfico aéreo, quienes han estado trabajando sin recibir sus sueldos.