
El arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, informó este miércoles que la Santa Sede le retiró sus principales facultades administrativas y de gestión, tras alegaciones de mala administración. La medida, dispuesta mediante Letras Apostólicas, lo deja con el título honorífico de arzobispo, sin funciones ejecutivas dentro de la Arquidiócesis.
En una carta dirigida a la comunidad católica, Ozoria aseguró que nunca fue amonestado ni advertido previamente. Explicó que había solicitado al Vaticano el nombramiento de un arzobispo coadjutor para apoyarlo en sus labores, pero se sorprendió al enterarse de que el designado fue investido con “facultades especiales exclusivas” sobre los asuntos financieros, el patrimonio diocesano y la administración del clero.
Pese a la decisión, el prelado expresó sentirse “tranquilo y feliz” tras más de cuatro décadas dedicadas al sacerdocio, asegurando que siempre ha ejercido su ministerio “con humildad y sencillez”. La suspensión de sus facultades entrará en vigor cuando el nuevo arzobispo coadjutor asuma oficialmente el cargo.