
La presa de Hatillo, el mayor lago de agua dulce de las Antillas Mayores, vuelve a situarse en el centro de la preocupación en la provincia Sánchez Ramírez.
En los últimos días, visitantes y pescadores han alertado sobre un marcado tono verde olivo que tiñe las aguas del embalse, un cambio súbito que ha generado inquietud en toda la zona.
Pescadores que trabajan diariamente en el complejo acuífero aseguran que, de ser cristalinas, las aguas han adquirido un aspecto inusual a lo largo de la semana.
La incertidumbre ha obligado a muchos de ellos a suspender sus faenas mientras esperan explicaciones sobre el fenómeno.
Las comunidades demandan la intervención urgente del Ministerio de Medio Ambiente para realizar una investigación que determine las causas del cambio.
Entre las hipótesis mencionadas por los lugareños figuran posibles episodios de contaminación, efectos del calentamiento global e incluso la acción deliberada de terceros.
Mientras las autoridades no se pronuncien, el color anómalo de la presa de Hatillo mantiene en alerta a quienes dependen de sus aguas para vivir.