
El gobierno venezolano anunció este lunes la terminación inmediata de todos sus acuerdos de suministro de gas con Trinidad y Tobago, en un contexto de crecientes tensiones por el despliegue militar estadounidense en el Caribe.
La vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, acusó a Puerto España de participar en el “robo de petróleo venezolano” vinculado a la administración de Donald Trump, sin presentar pruebas. La medida se produce cinco días después de que Estados Unidos confiscara un buque petrolero frente a la costa venezolana.
Rodríguez calificó el hecho como “piratería” y una violación del derecho internacional, y denunció que Trinidad y Tobago se ha convertido en un “portaviones estadounidense” para agredir a Venezuela.
El presidente Nicolás Maduro consideró la incautación como un ataque a la soberanía nacional y parte de un plan para derrocarlo. La suspensión de los acuerdos con Trinidad ya había sido anunciada a fines de octubre, cuando un buque de guerra estadounidense estuvo en la capital del país vecino.
Venezuela y Trinidad mantienen desde 2015 un convenio de explotación conjunta de yacimientos de hidrocarburos fronterizos, renovado automáticamente este año por cinco años, pero que permite a cualquiera de las partes denunciarlo.