
Montás afirma: “Falta de transparencia en la distribución de RD $1,500 millones en bonos navideños”.
Santo Domingo, RD.- El vicepresidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Temístocles Montás, criticó hoy la falta de transparencia del actual gobierno en el manejo de los recursos públicos destinados a las acciones sociales que promueve.
Como ejemplo, Montás cita la práctica reiterada del señor Tony Peña Guaba, coordinador del Gabinete de Política Social, al distribuir personalmente los 1,500 millones de pesos en bonos navideños destinados a beneficiar a familias humildes.
Al reprobar esa práctica, el miembro fundador del Partido de la Liberación Dominicana lanza una serie de interrogantes: ¿Puede considerarse transparente que un funcionario distribuya, de manera personal y discrecional, beneficios financiados con fondos públicos? ¿Quién garantiza que ese funcionario no retiene una parte de los recursos destinados a esos bonos?
"Estas interrogantes no surgen de la malicia, sino de la falta de mecanismos que permitan descartar irregularidades. En un Estado democrático, la transparencia no descansa en la confianza subjetiva, sino en la trazabilidad, la documentación y el control institucional", opina Temístocles Montás en el artículo titulado "Política social, discrecionalidad y transparencia", indicó.
El dirigente peledeísta recuerda que el país ha avanzado hacia sistemas más robustos de asistencia social, con controles específicos. Por lo tanto, observar a un funcionario distribuyendo sobres o tarjetas como si se tratara de bienes de carácter personal constituye un claro retroceso.
“La práctica del señor Peña Guaba no solo debilita los controles básicos del gasto social, sino que también genera confusión entre la función pública y la construcción de capital político. Cuando un alto cargo aparece entregando recursos a personas vulnerables, la línea que separa la asistencia institucional del proselitismo se vuelve difusa”, afirma Temístocles Montás.
Considera también que la política social requiere criterios profesionales, impersonales y verificables, lo cual implica procesos formales, mecanismos institucionales de entrega, sistemas electrónicos trazables y la eliminación de la discrecionalidad.
“No basta con que el gobierno afirme que actúa correctamente; la confianza pública requiere garantías verificables, no declaraciones”, concluye su escrito afirmando que “sería bueno saber lo que opina doña Milagros Ortiz Bosch, directora general de Ética e Integridad Gubernamental”.