Pekín.El Gobierno de China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero, busca convertir al país en líder global en la lucha contra el cambio climático con el anuncio esta semana de su hoja de ruta para crear, en cuestión de un año, el mercado nacional de emisiones contaminantes.
El plan fue presentado este martes por la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (CNRD), máximo órgano de planificación económica, y se aplicará primero en las centrales eléctricas, que generan más de un tercio de la contaminación nacional.
Los mercados de emisiones establecen un límite máximo de polución total que después se reparte en cuotas entre distintas empresas, y si una de ellas emite menos de lo que se le ha "asignado" puede vender ese excedente a compañías que hayan emitido más contaminación de la que debían.
La Unión Europea fue pionera en el establecimiento de este tipo de sistemas en 2005 como incentivo comercial a la lucha contra el cambio climático, y el europeo es actualmente el mayor del mundo, pero el de China, aun aplicado sólo al sector energético, ya creará un nuevo mercado 1,5 veces mayor que el de los Veintiocho.
Más aún si ese mercado se extiende posteriormente a otros siete sectores como el petroquímico, el siderúrgico o el del aluminio, como prometió la comisión nacional china en la presentación del sistema.
"La industria energética es la más favorable (a la implantación del mercado) actualmente, al tener datos más completos y una escala relativamente grande de emisiones de dióxido de carbono", señaló el vicepresidente de la CNRD, Zhang Yong.
El mercado chino se empezará aplicando a 1.700 plantas energéticas, que en total emiten 3.000 millones de toneladas de dióxido de carbono anual, buena parte del total en el sector (3.500 millones de toneladas, el 40 % de las emisiones nacionales).
El mercado europeo, en comparación, involucra emisiones de 2.000 millones de toneladas de CO2 anuales, y los distintos sistemas en todo el mundo suman unos 6.000 millones de toneladas.
La revista económica Caixin calcula hoy que la expansión de este mercado a industrias altamente contaminantes como cementeras o productoras de aluminio a finales de esta década cubriría 5.000 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Corea del Sur, Nueva Zelanda o California (EEUU) establecieron similares mercados de emisiones, y China lanzó en 2013 con carácter experimental sistemas locales de este tipo en siete divisiones administrativas chinas, entre ellas Pekín o Shanghái.
Esos mercados locales permanecerán tras el inicio del nacional, aunque dejarán de aplicarse a grandes compañías.