Durante el asueto de Semana Santa, cuando miles de personas se desplazan al interior del país para disfrutar de playas, montañas o campos, especialistas en salud hacen un llamado a no olvidar un elemento crucial del equipaje: el botiquín de primeros auxilios.
"Rara vez se piensa en la asistencia o primeros auxilios cuando vamos a la montaña, la playa o el campo, pero en cualquier lugar podemos tener un imprevisto", advierte Juan José Alorda, presidente de la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (Arapf).
En un comunicado de prensa, la entidad subraya la importancia de estar preparados ante emergencias médicas menores, especialmente en zonas alejadas de farmacias o centros de salud.
El botiquín básico recomendado incluye analgésicos y antipiréticos como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno, ideales para tratar dolores de cabeza, musculares o malestares físicos leves derivados de la actividad física.
Asimismo, es fundamental llevar sales de rehidratación oral para casos de vómitos o diarrea, antiácidos para posibles intoxicaciones alimentarias, y antidiarreicos como la loperamida.
Ante la posibilidad de reacciones alérgicas por contacto con plantas u otros elementos, se sugiere añadir antihistamínicos como la loratadina o cetirizina.
Alorda también aconseja no olvidar los medicamentos recetados de uso regular, asegurándose de llevar dosis suficientes para cubrir todo el período del viaje, e incluso una reserva extra en caso de imprevistos.
El botiquín debe completarse con insumos básicos de primeros auxilios: antisépticos (como alcohol o povidona yodada), gasas, curitas, cinta adhesiva, vendas, tijeras pequeñas, termómetro y pinzas.
"Ser precavidos puede marcar ladiferencia entre un susto menor y una emergencia seria. La salud no debe tomarse vacaciones", concluye Alorda.