La Dra. Katia Cabrero, especialista en Glaucoma del Instituto Espaillat Cabral, nos explica que el glaucoma es una enfermedad ocular que afecta al nervio óptico de una forma crónica y progresiva pudiendo provocar la pérdida de la visión.
Es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo, con una prevalencia que aumenta exponencialmente con la edad.Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2020 alrededor de 80 millones de personas en el mundo presentaban una pérdida progresiva de visión debido a esta patología, incrementando su incidencia a más de 100 millones de personas para el 2040.
La Dra. Cabrero hace énfasis en que existen varios factores de riesgo asociados, pero el más importante es la presión intraocular elevada.Otros son: historia familiar de glaucoma, edad (a mayor edad aumenta la incidencia), raza: descendientes hispanos y afroamericanos tienen tres veces mayor riesgo de sufrirlo que blancos no hispanos, además el riesgo de ceguera es seis veces mayor en afroamericanos que blancos caucásicos, la diabetes tipo 2 y la duración de esta ha demostrado que aumenta las posibilidades de sufrirlo.
También tenemos la miopía, la migraña y la hipertensión arterial.
Existen diferentes tipos de glaucoma, pero el más común es el glaucoma primario de ángulo abierto. En este tipo, los pacientes no experimentan ningún síntoma, hasta etapas más avanzadas que es cuando empiezan a manifestar que la visión empieza a ponerse borrosa.
En el glaucoma de ángulo cerrado, los pacientes sí pudieran experimentar dolor, ya que muchas veces se presenta un aumento súbito de la presión ocular, al punto de necesitar cuidados de emergencia. También tenemos los glaucomas secundarios como el neovascular, muy frecuente en pacientes diabéticos descontrolados, necesitando en muchos casos una cirugía.
Debido a que el glaucoma es en la mayoría de los casos una enfermedad silente, la mejor herramienta para su detección es mediante un examen oftalmológico completo. Este se recomienda a toda la población adulta mayor de 35 años, que sea realizado una vez anual, así como pacientes más jóvenes que tengan antecedentes familiares.
“En estos chequeos oftalmológicos realizados por profesionales capacitados, no sólo le tomamos la visión y la presión ocular a nuestros pacientes, sino que complementamos la evaluación con estudios más profundos si el nervio óptico nos arroja sospecha de estar iniciando con esta enfermedad.”
El objetivo del tratamiento del glaucoma es reducir la presión intraocular a un nivel en donde se determine que el paciente pueda mantener una estabilidad de su campo visual.
Los tratamientos más comunes consisten en gotas hipotensoras que son recetadas para que el paciente las use diariamente. También existe la tecnología con láser (trabeculoplastía selectiva con láser o SLT. El SLT ha revolucionado la terapia clásica del glaucoma con gotas, ya que se realiza en un consultorio, dura pocos minutos y es de forma ambulatoria.
Con este procedimiento a veces logramos que el paciente no necesite ninguna gota de forma crónica o reducimos el número de las mismas, por lo que minimizamos los efectos secundarios de los medicamentos.
La especialista en Glaucoma concluye en que cuando no se puede controlar el avance de la enfermedad con gotas o láser, la opción se vuelve quirúrgica. Actualmente existen técnicas de cirugía mínimamente invasivas con menor porcentaje de complicaciones. En los casos más avanzados empleamos cirugías de drenaje convencionales.
Recomendaciones por la Dra. Katia Cabrero:
Se recomienda que todos los pacientes mayores de 40 años tengan chequeos oftalmológicos anuales, sobre todo si existen factores de riesgos. Debido a que el daño por glaucoma es irreversible, la detección en las etapas iniciales de la enfermedad es de suma importancia para evitar la pérdida del campo visual.
En aquellos pacientes en los que ya se ha iniciado una terapia con gotas hipotensoras, el uso continuo y adecuado de los medicamentos es una clave esencial para evitar el empeoramiento.
Evitar maniobras de valsalva (esfuerzo para exhalar sin dejar que escape aire por la nariz o por la boca.
Las personas a menudo la usan en algunas actividades comunes, como al esforzarse para una evacuación intestinal, sonarse la nariz cuando está tapada o tratar de destapar los oídos ante los cambios de presión)
Mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaquismo puede ayudar a mantener una buena salud ocular en general y puede ser beneficioso para pacientes con glaucoma.
Los pacientes con glaucoma pueden beneficiarse de la educación sobre su enfermedad y el apoyo emocional para hacer frente a los desafíos asociados con el diagnóstico y el tratamiento